Y finalmente se publicaron sólo tres. Pero qué
tres preludios…
La verdad es que tardó más de tres años en decidirse, y eso hizo que por el camino le surgieran otros compromisos para los que aprovechaba algunas ideas tomadas de esos preludios. Unos se convertirían en canciones, otros en un par de piezas para piano y violín, incluso el Concierto en Fa tiene su origen en uno de esos preludios. La verdad es que les sacó mucho partido. Pero al final, sólo fueron tres los elegidos para formar ese magistral trío de preludios que Gershwin dedicó a su gran amigo, el compositor, arreglista y orquestador Bill Daly (el señor con gafitas de la foto), a quien acudía permanentemente para pedir consejo y revisar sus orquestaciones. Eran amigos desde hacía casi 10 años y aún seguirían juntos otros diez, hasta que una tarde de 1936 un infarto acabó con la vida de su colega, que entonces tenía 48 años. Gershwin, diez años menor, sólo le sobreviviría nueve meses. Como ya contamos ayer, murió de un derrame cerebral con tan sólo 38 años.
Se han realizado muchas versiones y transcripciones de estos tres preludios, pero a mí me gusta especialmente la versión para violín que grabó en 1945 Jascha Heifetz y que podéis escuchar en internet. Os dejo mi propia versión del Preludio 1 de Gershwin.
Espero que os guste.
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